|
 |
|
|
 |
|
|
|
|
 |
|
 |
|
|
|
|
|
|
|
|
La verdad surge del error. Tecnología
/ Productividad La verdad surge del error
Escribe: Ing. Pablo Semberoiz
En la búsqueda permanente de eficientizar su sistema productivo, el productor agropecuario se esfuerza día a día en maximizar sus recursos disponibles, y reducir a la vez, y en la misma medida, sus costos de producción.
Al mismo tiempo debe lidiar con imposiciones y exigencias de mercados externos a los que pretende acceder, mientras desde adentro se lo intentan impedir con otras disposiciones no siempre fáciles de entender, y menos de digerir. Otros factores como romaneos y liquidaciones que no siempre están para un felicitado, también son variables a ajustar y a estudiar. si tan sólo alcanzara el tiempo.
Muchas de estas variables y regulaciones, aprovechadas como herramientas bien utilizadas e integradas pueden ser las generadoras de ese tiempo escurridizo que genera una contradicción difícil de entender para el porteño promedio.
Las corridas permanentes y los días de 20 horas en un lugar "tan tranquilo" como el campo donde todo parecería canto de pájaros, cabalgatas y asado como aperitivo de la siesta.
Conceptos como eficiencia, eficacia, trazabilidad y buenas prácticas agropecuarias, entre otras, comienzan a estar en boca del productor sin que éste, en medio de sus corridas, tienda a plantearse detenidamente qué significan exactamente, limitándose a cumplirlas en la medida en que se lo exijan y, en lo posible, al límite.
A partir de las repetidas crisis higiénico-sanitarias de los últimos años, y con el objeto de alcanzar una adecuada confianza por parte de los consumidores, se han establecido múltiples requisitos respecto de la seguridad de los alimentos. A su vez, diversos entes privados han reforzado algunos de estos requisitos mediante la exigencia a sus proveedores de cumplimiento de protocolos, aplicables en diferente medida a las diversas realidades internacionales.
Costos de producción
No es necesario bucear demasiado en las profundidades de la administración para concluir que el margen de nuestro negocio surgirá de restar a nuestros ingresos por ventas los costos necesarios para producir el bien en cuestión. Ahora bien, ¿cómo podemos identificar los costos para empezar a trabajar sobre ellos? Está claro que una clasificación clásica los dividirá entre fijos y variables o quizás en directos e indirectos según el ángulo de estudio. Abrevando en los conceptos de gestión de la calidad, sería bueno empezar a identificar aquellos que por su naturaleza se mimetizan entre sus pares y que son los denominados costos "ocultos o de la no calidad".
Si analizamos nuestra empresa desde un enfoque sistémico podremos esquematizarla como dos flujos que marchan en forma paralela. Uno de ellos, el físico que corresponde a los insumos que ingresan, interactuan y finalmente salen del campo como producto y el otro, el flujo de información que será toda la documentación que respalde dichos movimientos. La trazabilidad actuará como herramienta del flujo de información mientras que las Buenas Prácticas respaldarán al flujo físico.
Utilizando herramientas de Trazabilidad trabajemos sobre el registro sistemático de los datos propios de nuestra producción, generando de esta manera información, y sólo recién contar con conocimiento real de lo que pasa en nuestra empresa. Este eje Datos-Información-Conocimiento será la base sólida necesaria para alcanzar la eficiencia ambicionada por todo productor en su explotación.
Por su parte los cuatro pilares de las Buenas Prácticas Agropecuarias, Inocuidad de Alimentos, Seguridad del Personal, Bienestar Animal y Cuidado del ambiente, aplicadas a nuestra producción, generarán un uso más eficiente de los recursos disponibles y un mayor compromiso por parte del personal que, reconocido por la empresa, asumirá con mayor disposición su labor diaria.
Dirección inequívoca
Basta conocer un poco acerca de la dirección que están tomando las industrias y otras empresas de servicios para entender que la gestión de la calidad, la seguridad e higiene del trabajador y su capacitación permanente son conceptos que han llegado para instalarse.
Los establecimientos agropecuarios, como eslabón primario de la cadena agroindustrial, no deberían ser ajenos a este movimiento.
Tenemos la gran oportunidad de aplicar las herramientas de trazabilidad y buenas prácticas agropecuarias, ya no por imposición y como condición de ingreso a mercados específicos sino como pilares fundamentales de una gestión eficiente y eficaz sobre nuestra empresa agropecuaria.
Para el logro de los objetivos de una organización en forma eficiente es fundamental tomar decisiones basadas en los datos y la información disponibles dentro del sistema. Esto no es sinónimo de no volver a equivocarse más sino, al menos, de tener un panorama claro y ordenado de nuestra empresa.
Como alguna vez dijo Francis Bacon, "La verdad surge del error más fácilmente que de la confusión"
Perfil del autor: Ingeniero en Producción Agropecuaria, Auditor Líder Serie ISO 9000:2000, Especialista en Seguridad e Higiene en el trabajo agrario. Director de SPC Consultores SA.
pablosembe@spcconsultores.com.ar
|
|
|
|
|
|
 |
|
|
|