Gestión de procesos: Herramienta clave en la actividad agropecuaria.
Que el campo vive un momento de crisis y cambio es una verdad innegable. La abundancia con la que se lo caracterizó en general durante los primeros años post devaluación parece haberse desacelerado, cuando no quedado atrás.
Hoy la eficacia, hacer las cosas que se planifican, y la eficiencia, relación entre el resultado alcanzado y los recursos utilizados, se vuelven conceptos en los que debe trabajar el productor si quiere mantenerse en el juego.
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GESTION DE PROCESOS
Para facilitar este proceso de “profesionalización” existen herramientas que, bien utilizadas, nos llevan de la mano a este cambio en la forma de gerenciar nuestra empresa.
Establecer las actividades dentro de la empresa, fijar fechas y objetivos, establecer responsables claros y autoridades, evaluar resultados y buscar explicaciones basados en hechos, son algunos de las pautas a trabajar en el camino de gestionar procesos.
En empresas familiares, entender como clientes a los socios y familiares (de sangre y políticos, especialmente), se vuelve importante a la hora de comprender sus necesidades y buscar satisfacerlas de manera clara, organizada y sistematica. Esta situación lejos está de darse en la generalidad de los casos, realizándose en forma absolutamente informal, hasta que la crisis golpea la puerta.
Establecer la unidad de propósito y la orientación de la empresa, el “Norte”, por parte de el/los líderes de la organización, genera un abanico por donde los demás integrantes de la empresa pueden moverse con mayor libertad y reglas claras de juego. Qué empresa se quiere ser: expandirse, aumentar zonas de producción, integrar a todos los familiares que estén interesados, tercerizar su manejo, figuran entre algunas de las variables a analizar al decidir el “Norte” buscado.
Estas reglas claras de juego, sumado a la capacitación necesaria para cada puesto, genera personal idóneo en puestos claros y definidos dentro de una empresa familiar. Lejos de la realidad que suele verse en que las responsabilidades se toman por edad (el hijo mayor pero no necesariamente el mejor para ese puesto), vocación o falta de ella (el que se quedó con los padres y algo tiene que hacer), decantamiento natural (empezó para “dar un mano” y quedó de responsable, aunque no sabe hacerlo o no le gusta), entre otras razones muy poco recomendables.
Por último, elaborar manuales de procedimientos para las actividades de la empresa, permite detenerse a pensar en el qué y el por qué de muchas de ellas, quiénes las realizan hoy (y quiénes deberían hacerlas), cuál es la mejor manera, y por tanto el cómo hacerlas. Esta descripción permitirá la transferencia de pericia más eficaz, a la hora de reemplazos por enfermedad, vacaciones, personal nuevo y formar cuadros dentro de la empresa de corresponder.
Para esto puede ser recomendable contar con una mirada externa, sin preconceptos, que ayude a identificar los procesos a trabajar y que genere el espacio dentro de las urgencias, para analizar lo importante.
La calidad no está en los procesos que lleva adelante la gente, sino por el contrario, está en la gente que lleva adelante cada proceso.
Autor: Pablo Semberoiz, Ingeniero en Producción Agropecuaria, Director de SPC Consultores SA. Auditor Líder Serie ISO 9000:2000,
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